Que el llamado sea de Día a Día y de Córdoba, activa de entrada el tema Talleres. “Qué lástima lo que pasó en estos partidos (los del Nonagonal). Pero nada es imposible...”.
El que habla es Javier Pastore, celular en mano, desde su casa en Palermo, Italia, en la isla de Sicilia, donde no lo dejan ni caminar por las calles. Todo por la pasión del hincha, esa que él entiende por su amor azul y blanco. Y aún lo siente. Se nota por lo que pregunta: “Pero puede ascender Talleres todavía, ¿no?”, sigue consultando en medio de una semana normal para el cordobés, ya que el sábado descansó en el banco en el 2-1 de su equipo contra Bari. Todo porque mañana se juega la vuelta de la semi de la Copa Italia, instancia en la que los suyos enfrentarán en casa a Milan, tras el 2-2 de la ida.
En las calles de Palermo, además del Mediterráneo de fondo, hay gigantografías con su imagen. Es un ícono de la ciudad.
“Acá los hinchas son fanáticos. Es parecido a la Argentina. Te paran, te piden fotos. Y me tratan bien, no me puedo quejar”, describe con la tonada intacta, pero con la madurez de quien con 21 años las pasó a casi todas. En el pasado (no tan lejano) están las pruebas de esto. Vale el repaso.
Estaba en la 5ª de Talleres y el Tigre Gareca lo hizo debutar con 17 años, en 2007. Le dio cinco partidos de titular y chau. Volvió a las inferiores. Deambuló hasta que salió la chance de ir a Huracán. En el Globo estuvo seis meses parado porque entre el club de Parque Patricios y Carlos Granero, por entonces gerenciador albiazul, no se ponían de acuerdo en la transferencia. Cuando se destraba el drama, se lesiona y se queda cuatro meses sin jugar.
Recién con la llegada de Ángel Cappa (en 2009) su vida cambia. “Me habló en el primer entrenamiento y me dijo que iba a jugar de titular. Y jugué”. Se sabe lo que pasó: Huracán perdió en la última fecha con Vélez y no hubo título. “Ya pasó, no se pudo; igual siempre se van a acordar de ese Huracán. No todo es ganar”, apunta.
En el pasado más lejano está el aguante que le hizo su mamá cuando era chico-chico y estaba en la T. Lo llevaba al predio de las 24 hectáreas todos los días. Y eso que ella estaba en sillas de ruedas a raíz de un problema que tuvo en el parto de su hijo menor, Juan Manuel, quien hoy está en las inferiores de Palermo. “Uso la 27 porque ese número le gusta a mi mamá”, cuenta.
Y así se llega al presente dorado de Pastore. Porque es considerado uno de los mejores del Calcio.
–¿Estás en el sueño de todos los chicos que quieren ser jugadores?–Estoy cumpliendo un sueño. Seguro me faltan muchas cosas por conseguir. Cada año fui mejorando y aún sigo creciendo. Lo noto en los entrenamientos y en los partidos.
–¿Estás cerca o lejos de tu techo?–Me faltan cosas todavía. Por lo que he crecido, me he sorprendido. Pero puedo dar mucho más.
–¿No es un exceso de humildad? –No, yo tengo una visión mía. Te puedo nombrar a 50 jugadores top, de los que me gustan. Creo que para llegar al nivel de ellos me faltan cosas. Si me ponés al lado de Iniesta o Xavi, seguramente no soy ni la mitad de la que son ellos. Físicamente, por ejemplo, tengo que mejorar.
–¿En Palermo crecerás?–Crecí mucho gracias a los DT que tuve, que me dieron la libertad de jugar para mejorar tranquilo.
–Otro se iría a un club grande.–Te digo que tuve suerte y gente, como mi familia y mi representante, que me asesoraron bien. Ya el año pasado tuve la chance de irme de Palermo, pero no sabía si iba a tener la continuidad que uno necesita o lo necesario para seguir creciendo. Quedarme un año más en Palermo fue la opción justa. Ahora tengo que buscar la opción justa también.
–¿Cómo hacés para no volverte loco con lo que se dice que pagarían por vos Barcelona y Real Madrid?–Tuve la suerte de estar criado de una manera que cuando te hablan de plata me da igual. Y cuando te hablan de lugares en los que te dicen que tu familia la va a pasar bien, yo me pongo a pensar más por ese lado. Es mi trabajo, pero también es un juego. Tengo que irme a un lugar para tratar de pasarla bien y ser feliz. Para decidir, en la balanza pongo lo que me haga feliz a mí.
–¿Cómo le explicás al futbolero que un jugador puede divertirse siendo profesional?–Lo siento así desde chico. El fútbol es lo que más me divierte y trato de hacer lo que me gusta. Miro a mis compañeros y a mis rivales y trato de aprender. Y de paso divertir a la gente también. Uno quiere ganar siempre y por muchas cosas. Pero para ganar tenés que jugar bien. Si jugás enojado, tenés la posibilidad de que te echen o de hacer mal las cosas. Si jugás disfrutando, te va a ir mejor. No sé, así lo vivo al fútbol.
–Se dice que cada vez se juega peor. ¿Será por lo que decís?–Se está perdiendo esto de disfrutar. No sólo se ve en la Argentina. Hay equipos que sólo juegan para salvarse del descenso. Y pierden la chance de divertirse ellos y divertir a la gente. Se está perdiendo por la plata y los negocios que hay.
–¿Eso no mata a los Pastore?–Depende del DT que te toque y del club al que vayas. Si te toca un club que quiere mejorar, como Palermo, donde se está creciendo mucho, te ayuda. Traen técnicos que buscan más atacar que defender.
–¿Real Madrid o Barcelona? ¿Dónde te gustaría jugar?–Son dos clubes maravillosos. Cualquier jugador quisiera ir a jugar. Ojalá tenga la chance en estos años de ser llamado por alguno de ellos y poder ir. Sería hermoso. Son dos clubes distintos. En uno se juega un poco más en equipo y en el otro un poco más individual. Pero todos los jugadores que están son campeones y son los mejores del mundo.
–¿Habrá regreso a Talleres? –Siempre me imagino jugando en Talleres. Volveré al club estando bien físicamente y futbolísticamente. Para poder aportarle cosas importantes al equipo. Ese es mi deseo.
–Sobran casos de tipos que vienen de vuelta...–Voy a volver a Talleres en buena forma, no te podría decir a qué edad. Pero que me voy a retirar en Talleres no tengo dudas. Y en la categoría en la que esté. Primera, B Nacional, Argentino A, donde sea.
“Me siento importante en la selección argentina”Pastore está haciendo sus primeras armas en la Selección y, sin embargo, ya se pide por su titularidad. Ayer se reunió con Batista.
–¿Por qué no sos titular?–Creo que el Checho tuvo a los jugadores varios años antes. Y los vio en la Sub 20 y sabe lo que le pueden dar. Los que juegan están en un nivel grande en Europa. Los que están de titulares se lo merecen. Y después yo tengo que mejorar físicamente. La última vez, en Costa Rica, no estaba 100% (Batista ponderó ayer su mejoría). Y se notó. Venía de una lesión en el tobillo y perdí un mes. Para jugar en la Selección tenés que estar 10 puntos en todos los aspectos.
–¿Con Batista está todo bien?–A Batista le estoy agradecido. Él me habla y me tiene en cuenta siempre. Me siento importante en la Selección, por suerte. Y eso es un orgullo para mí. Pienso que cuando esté en el mejor nivel en mi equipo, tendré el premio de ser titular en el equipo. Pero estoy agradecido por todo a Batista.
–¿Hay que ganar la Copa América sí o sí?–Es el objetivo pero no porque sí. Si bien hay muchachos en el plantel que hacen tiempo que están en la Selección y quieren ganarla, lo que todos pretendemos es ganar esa Copa para la gente. Va a ser hermoso jugar con toda nuestra hinchada en todos los partidos. Ese es el objetivo. Ganar la Copa América y darle una alegría a la gente. Y de paso jugar bien, ¿no?
–¿Cuán bueno es Messi?–Lo de Messi es increíble, no sé bien qué decir. Tirar paredes con él es hermoso. No sé cómo contarlo. Es espectacular lo que hace con la pelota. He entrenado varias veces con él y se aprende mucho a su lado. Ojalá tenga la suerte de entrenar más seguido con él. Además es buen tipo, es una buena persona.
–¿La relación con Maradona cómo está?–A Maradona le voy a estar eternamente agradecido. Me llevó al Mundial. Y eso lo agradezco. Diego me habló siempre. Me trató con un afecto que me sorprendió. Imaginate que Maradona te hable de fútbol, te aconseje y te trate así... es impresionante. Después de que se fue de la Selección, nos llamamos por teléfono varias veces. Pasa que cambia de teléfono mucho, je. Y es difícil contactarlo. Pero con Diego hay una gran relación.
El que habla es Javier Pastore, celular en mano, desde su casa en Palermo, Italia, en la isla de Sicilia, donde no lo dejan ni caminar por las calles. Todo por la pasión del hincha, esa que él entiende por su amor azul y blanco. Y aún lo siente. Se nota por lo que pregunta: “Pero puede ascender Talleres todavía, ¿no?”, sigue consultando en medio de una semana normal para el cordobés, ya que el sábado descansó en el banco en el 2-1 de su equipo contra Bari. Todo porque mañana se juega la vuelta de la semi de la Copa Italia, instancia en la que los suyos enfrentarán en casa a Milan, tras el 2-2 de la ida.
En las calles de Palermo, además del Mediterráneo de fondo, hay gigantografías con su imagen. Es un ícono de la ciudad.
“Acá los hinchas son fanáticos. Es parecido a la Argentina. Te paran, te piden fotos. Y me tratan bien, no me puedo quejar”, describe con la tonada intacta, pero con la madurez de quien con 21 años las pasó a casi todas. En el pasado (no tan lejano) están las pruebas de esto. Vale el repaso.
Estaba en la 5ª de Talleres y el Tigre Gareca lo hizo debutar con 17 años, en 2007. Le dio cinco partidos de titular y chau. Volvió a las inferiores. Deambuló hasta que salió la chance de ir a Huracán. En el Globo estuvo seis meses parado porque entre el club de Parque Patricios y Carlos Granero, por entonces gerenciador albiazul, no se ponían de acuerdo en la transferencia. Cuando se destraba el drama, se lesiona y se queda cuatro meses sin jugar.
Recién con la llegada de Ángel Cappa (en 2009) su vida cambia. “Me habló en el primer entrenamiento y me dijo que iba a jugar de titular. Y jugué”. Se sabe lo que pasó: Huracán perdió en la última fecha con Vélez y no hubo título. “Ya pasó, no se pudo; igual siempre se van a acordar de ese Huracán. No todo es ganar”, apunta.
En el pasado más lejano está el aguante que le hizo su mamá cuando era chico-chico y estaba en la T. Lo llevaba al predio de las 24 hectáreas todos los días. Y eso que ella estaba en sillas de ruedas a raíz de un problema que tuvo en el parto de su hijo menor, Juan Manuel, quien hoy está en las inferiores de Palermo. “Uso la 27 porque ese número le gusta a mi mamá”, cuenta.
Y así se llega al presente dorado de Pastore. Porque es considerado uno de los mejores del Calcio.
–¿Estás en el sueño de todos los chicos que quieren ser jugadores?–Estoy cumpliendo un sueño. Seguro me faltan muchas cosas por conseguir. Cada año fui mejorando y aún sigo creciendo. Lo noto en los entrenamientos y en los partidos.
–¿Estás cerca o lejos de tu techo?–Me faltan cosas todavía. Por lo que he crecido, me he sorprendido. Pero puedo dar mucho más.
–¿No es un exceso de humildad? –No, yo tengo una visión mía. Te puedo nombrar a 50 jugadores top, de los que me gustan. Creo que para llegar al nivel de ellos me faltan cosas. Si me ponés al lado de Iniesta o Xavi, seguramente no soy ni la mitad de la que son ellos. Físicamente, por ejemplo, tengo que mejorar.
–¿En Palermo crecerás?–Crecí mucho gracias a los DT que tuve, que me dieron la libertad de jugar para mejorar tranquilo.
–Otro se iría a un club grande.–Te digo que tuve suerte y gente, como mi familia y mi representante, que me asesoraron bien. Ya el año pasado tuve la chance de irme de Palermo, pero no sabía si iba a tener la continuidad que uno necesita o lo necesario para seguir creciendo. Quedarme un año más en Palermo fue la opción justa. Ahora tengo que buscar la opción justa también.
–¿Cómo hacés para no volverte loco con lo que se dice que pagarían por vos Barcelona y Real Madrid?–Tuve la suerte de estar criado de una manera que cuando te hablan de plata me da igual. Y cuando te hablan de lugares en los que te dicen que tu familia la va a pasar bien, yo me pongo a pensar más por ese lado. Es mi trabajo, pero también es un juego. Tengo que irme a un lugar para tratar de pasarla bien y ser feliz. Para decidir, en la balanza pongo lo que me haga feliz a mí.
–¿Cómo le explicás al futbolero que un jugador puede divertirse siendo profesional?–Lo siento así desde chico. El fútbol es lo que más me divierte y trato de hacer lo que me gusta. Miro a mis compañeros y a mis rivales y trato de aprender. Y de paso divertir a la gente también. Uno quiere ganar siempre y por muchas cosas. Pero para ganar tenés que jugar bien. Si jugás enojado, tenés la posibilidad de que te echen o de hacer mal las cosas. Si jugás disfrutando, te va a ir mejor. No sé, así lo vivo al fútbol.
–Se dice que cada vez se juega peor. ¿Será por lo que decís?–Se está perdiendo esto de disfrutar. No sólo se ve en la Argentina. Hay equipos que sólo juegan para salvarse del descenso. Y pierden la chance de divertirse ellos y divertir a la gente. Se está perdiendo por la plata y los negocios que hay.
–¿Eso no mata a los Pastore?–Depende del DT que te toque y del club al que vayas. Si te toca un club que quiere mejorar, como Palermo, donde se está creciendo mucho, te ayuda. Traen técnicos que buscan más atacar que defender.
–¿Real Madrid o Barcelona? ¿Dónde te gustaría jugar?–Son dos clubes maravillosos. Cualquier jugador quisiera ir a jugar. Ojalá tenga la chance en estos años de ser llamado por alguno de ellos y poder ir. Sería hermoso. Son dos clubes distintos. En uno se juega un poco más en equipo y en el otro un poco más individual. Pero todos los jugadores que están son campeones y son los mejores del mundo.
–¿Habrá regreso a Talleres? –Siempre me imagino jugando en Talleres. Volveré al club estando bien físicamente y futbolísticamente. Para poder aportarle cosas importantes al equipo. Ese es mi deseo.
–Sobran casos de tipos que vienen de vuelta...–Voy a volver a Talleres en buena forma, no te podría decir a qué edad. Pero que me voy a retirar en Talleres no tengo dudas. Y en la categoría en la que esté. Primera, B Nacional, Argentino A, donde sea.
“Me siento importante en la selección argentina”Pastore está haciendo sus primeras armas en la Selección y, sin embargo, ya se pide por su titularidad. Ayer se reunió con Batista.
–¿Por qué no sos titular?–Creo que el Checho tuvo a los jugadores varios años antes. Y los vio en la Sub 20 y sabe lo que le pueden dar. Los que juegan están en un nivel grande en Europa. Los que están de titulares se lo merecen. Y después yo tengo que mejorar físicamente. La última vez, en Costa Rica, no estaba 100% (Batista ponderó ayer su mejoría). Y se notó. Venía de una lesión en el tobillo y perdí un mes. Para jugar en la Selección tenés que estar 10 puntos en todos los aspectos.
–¿Con Batista está todo bien?–A Batista le estoy agradecido. Él me habla y me tiene en cuenta siempre. Me siento importante en la Selección, por suerte. Y eso es un orgullo para mí. Pienso que cuando esté en el mejor nivel en mi equipo, tendré el premio de ser titular en el equipo. Pero estoy agradecido por todo a Batista.
–¿Hay que ganar la Copa América sí o sí?–Es el objetivo pero no porque sí. Si bien hay muchachos en el plantel que hacen tiempo que están en la Selección y quieren ganarla, lo que todos pretendemos es ganar esa Copa para la gente. Va a ser hermoso jugar con toda nuestra hinchada en todos los partidos. Ese es el objetivo. Ganar la Copa América y darle una alegría a la gente. Y de paso jugar bien, ¿no?
–¿Cuán bueno es Messi?–Lo de Messi es increíble, no sé bien qué decir. Tirar paredes con él es hermoso. No sé cómo contarlo. Es espectacular lo que hace con la pelota. He entrenado varias veces con él y se aprende mucho a su lado. Ojalá tenga la suerte de entrenar más seguido con él. Además es buen tipo, es una buena persona.
–¿La relación con Maradona cómo está?–A Maradona le voy a estar eternamente agradecido. Me llevó al Mundial. Y eso lo agradezco. Diego me habló siempre. Me trató con un afecto que me sorprendió. Imaginate que Maradona te hable de fútbol, te aconseje y te trate así... es impresionante. Después de que se fue de la Selección, nos llamamos por teléfono varias veces. Pasa que cambia de teléfono mucho, je. Y es difícil contactarlo. Pero con Diego hay una gran relación.
Fuente: http://www.diaadia.com.ar
No hay comentarios:
Publicar un comentario