Los resultados dicen poco si no se analiza el funcionamiento, muy bueno pero sin definición durante el período inicial del partido con Estados Unidos (1 a 1); algo frío en el capítulo de la noche del martes y los primeros minutos del miércoles en San José de Costa Rica (0 a 0).
Si el partido con Estados Unidos dejó conformes a los integrantes del cuerpo técnico que encabeza el entrenador Sergio Batista, ayer al técnico se lo veía disgustado desde el comienzo.
Batista quería que probaran con disparos de media distancia y que entraran por las puntas, ante la marcación escalonada de un voluntarioso rival y en un partido en que faltó fuego, porque no es un clásico ni motiva demasiado al jugador argentino.
Se afirma en todo momento que con el sólo hecho de colocarse la camiseta celeste y blanca la motivación aparece, pero es cierto también que si enfrente aparecen casacas como las de Brasil o Uruguay, el compromiso se acrecienta.
Lionel Messi fue el eje del primer partido y en la víspera faltó el referente y se abusó de toques intrascendentes según el entrenador, a pesar del buen criterio de jugadores como Lucas Biglia o Javier Pastore, en cierta forma los abanderados del juego albiceleste.
Y así como Pastore trató de multiplicarse, tanto como Javier Mascherano en otra función, al equipo le faltó profundidad.
También se notaron falta de sincronización, precisión y "timing", detalles que se logran con días continuados de entrenamiento y competencia continua.
Dos partidos mostraron también cuánto se puede extrañar a talentos como Angel Di María o Ezequiel Lavezzi, pero la gente no se olvida de figuras como Carlos Tevez o Sergio Agüero, los no convocados para la ocasión.
La desconcentración casi le cuesta caro frente a Costa Rica al arquero Mariano Andújar, que de todas maneras respondió en líneas generales.
El balance del "Checho" por ahora es incuestionable, porque cinco triunfos (uno sobre España, campeona del mundo, otro sobre Brasil), dos empates y una derrota, cinco goles en contra en el total, son buen pergamino para desplegar antes del inicio de la Copa América.
Si el partido con Estados Unidos dejó conformes a los integrantes del cuerpo técnico que encabeza el entrenador Sergio Batista, ayer al técnico se lo veía disgustado desde el comienzo.
Batista quería que probaran con disparos de media distancia y que entraran por las puntas, ante la marcación escalonada de un voluntarioso rival y en un partido en que faltó fuego, porque no es un clásico ni motiva demasiado al jugador argentino.
Se afirma en todo momento que con el sólo hecho de colocarse la camiseta celeste y blanca la motivación aparece, pero es cierto también que si enfrente aparecen casacas como las de Brasil o Uruguay, el compromiso se acrecienta.
Lionel Messi fue el eje del primer partido y en la víspera faltó el referente y se abusó de toques intrascendentes según el entrenador, a pesar del buen criterio de jugadores como Lucas Biglia o Javier Pastore, en cierta forma los abanderados del juego albiceleste.
Y así como Pastore trató de multiplicarse, tanto como Javier Mascherano en otra función, al equipo le faltó profundidad.
También se notaron falta de sincronización, precisión y "timing", detalles que se logran con días continuados de entrenamiento y competencia continua.
Dos partidos mostraron también cuánto se puede extrañar a talentos como Angel Di María o Ezequiel Lavezzi, pero la gente no se olvida de figuras como Carlos Tevez o Sergio Agüero, los no convocados para la ocasión.
La desconcentración casi le cuesta caro frente a Costa Rica al arquero Mariano Andújar, que de todas maneras respondió en líneas generales.
El balance del "Checho" por ahora es incuestionable, porque cinco triunfos (uno sobre España, campeona del mundo, otro sobre Brasil), dos empates y una derrota, cinco goles en contra en el total, son buen pergamino para desplegar antes del inicio de la Copa América.
Fuente: Terra
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