El argentino, que encuentra que el buen pase es su "marca de fábrica" y que el pasado campeonato firmó una temporada por debajo de las expectativas, cree que en este arranque de campaña ha mejorado su nivel."Siempre he mirado a Kaká. Me reconozco un poco en su forma de jugar. Sobre todo cuando estaba en el Milan. Me parecía diferente e intenté inspirarme en él", señaló Pastore en una entrevista que publica la revista "France Football".
"Tengo la sensación de ser bueno. Sin haber sido extraordinario, creo que he sido importante", comentó el argentino, quien reconoce que juega de manera intermitente, cuajando un buen encuentro y desapareciendo en el siguiente.
"El problema está en mi cabeza. La solución pasa, posiblemente, por una mayor concentración", dijo Pastore, que ya ha firmado en liga dos asistencias en dos partidos disputados y acumula un 80 por ciento de éxito en sus pases.
Asegura que ya ha dejado atrás la presión de su elevado fichaje y reconoce que se siente más cómodo cuando juega más arriba, pegado a los delanteros y no en el centro del campo, aunque todo consiste en acostumbrarse a los cambios tácticos del PSG, que ha pasado de jugar con un 4-3-3 a hacerlo con un 4-3-1-2.
"Fui el primero en ser contratado por un precio elevado", dijo Pastore, de 23 años, en referencia a los 42 millones de euros que el PSG pagó al Palermo la temporada pasada para hacerse con sus servicios. "Eso puede influir al principio, pero ya está detrás de mí", aseguró.
Ahora su responsabilidad es menor, comentó el centrocampista, porque si su rendimiento no es bueno en un partido, se puede compensar con el de jugadores como el sueco Zlatan Ibrahimovic o el italiano Marco Verratti, dos de las nuevas incorporaciones de peso del vestuario parisino.
Son jugadores llegados de Italia, como el propio Pastore, el defensa italo-brasileño Thiago Silva o el entrenador Carlo Ancelotti, en un equipo que ahora a menudo se comunica en italiano en el vestuario, aunque en el terreno de juego se impone el francés.
El París Saint-Germain, segundo en el campeonato liguero por detrás del Marsella, se enfrenta este fin de semana a su eterno rival en la liga francesa, competición que sigue siendo la referencia para el equipo financiado con dinero catarí, que todavía entiende la máxima competición continental como una toma de contacto con la elite del fútbol.
"Ganar la Liga de Campeones no puede ser aún un verdadero objetivo. Somos nuevos en esa competición", recordó Pastore después de que esta semana el PSG recibiera un jarro de agua al perder en su visita a Oporto (1-0).
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