jueves, 3 de mayo de 2012

Javier Pastore, un flaco en París

Está cerca de cerrar su primera temporada en Francia, peleando el campeonato con el PSG. Charló con Día a Día acerca de su vida en la ciudad de las luces.

Suena el teléfono y atiende una voz de mujer, en francés, pero con un acento más cordobés que La Cañada. Es Patricia, la mamá de Javier Pastore. La misma que hace unos años lo llevaba todos los días a entrenar en el predio de Talleres, hoy lo visita en París.

“Ella es la más pegada a mí y cada vez que tiene la posibilidad de venir está todo el día conmigo. Así que disfrutamos muchísimo”, cuenta orgulloso el Flaco que llegó en agosto del año pasado al París Saint Germain.

Se sabe que Javier es muy apegado a Patricia. Tanto, que hace unas semanas se dio el gusto de repetir un festejo que ya había realizado cuando estaba en Huracán. Se acercó hasta donde estaba ella y le dio un beso. “Ella ya había visto un partido desde los palcos y mucho no le había gustado. Así que la hice sentar bien cerca, prácticamente adentro de la cancha y tuve la suerte de hacer un gol y pude ir a saludarla a ella y a mi papá que estaba al costado”, dice.



  • ¿Cómo vivís allá? 
–Estoy en un departamento en el centro de París, a unos 100 metros del Arco de Triunfo. La vida acá es hermosa, la ciudad es increíble. La verdad es que no me puedo quejar de nada. Vivo con mi novia y siempre viene mi familia, los días que pueden. Van viendo ellos con el trabajo, mis hermanos con los hijos, pero siempre hay alguien. Ahora tengo a mi mamá, mi papá, un amigo y dos tíos que vinieron por un mes.



  • ¿Y los sobrinos? 
–Los sobrinos estuvieron acá hace unos meses. Terrible mi relación con ellos, vivimos un año juntos en Palermo y han quedado pegados a mí y yo a ellos así que es un poco difícil tenerlos lejos.



  • ¿Cómo es el público francés? 
–Acá son muy pasionales también pero no todos, sólo los que siguen el fútbol. En Francia el primer deporte es el rugby. La gente hincha mucho más por el rugby que por el fútbol. No es como en Italia o en Argentina, que te ven y te saltan encima. Acá son mucho más respetuosos, con verte nada más para ellos ya está.



  • ¿Fuiste a ver algún partido de rugby? 
–No, pero tampoco es que me gusta mucho. Aunque en París hay muchos argentinos jugando. Cuando tenga la posibilidad voy a ir porque el Estadio de Francia es hermoso, tiene capacidad para más de 80 mil personas y siempre se llena.

El presente futbolístico. En lo deportivo, Pastore atraviesa un buen momento como titular en el PSG, equipo que está segundo en la Liga Francesa, peleando el título en las últimas fechas. “Es la primera vez después de Huracán que tengo la posibilidad de pelear el campeonato todo el año”, confirma ilusionado.



  • ¿Cómo es el DT Carlo Ancelotti? 
–Es un entrenador distinto a los que había tenido. Tiene mucha más chapa y un nombre muy importante en Europa, que realmente lo hace pesar. Y tenerlo como entrenador es algo muy lindo porque es una persona maravillosa y como técnico es muy bueno. Trato de aprovecharlo al máximo y sacarle las cosas más positivas para seguir creciendo y mejorando.


  • ¿Te habla mucho? 
–Sí, Tenemos una relación muy buena. Desde que llegó fui uno de los que más habla. El ya me había visto cuando yo jugaba en Huracán y me quería llevar al Milan. Y bueno, es un afecto especial que tiene sobre mí y que yo ahora tomé sobre él. Es una persona que me da muchísima confianza y me habla mucho.



  • ¿Qué balance hacés de tu primer año en Francia?
 –Por suerte en el año rendí muy bien y tuve muy buenas actuaciones además de marcar muchos goles. Así que yo creo que eso es algo muy importante y positivo para destacar. Y, bueno, estar a cuatro partidos peleando el campeonato y una plaza para jugar la Champions es algo increíble y muy positivo de este año.


  • Talleres y los amigos del fútbol 
El primer amor de Javier Pastore se llama Talleres. Allí arrancó de chico en las inferiores y, aunque duró poco en Primera, siempre está pendiente. “Lo sigo mucho porque tengo a muchos amigos que jugaban conmigo que están jugando”, confiesa y expresa su deseo: “Espero que terminemos bien ahora estos dos partidos que quedan”.



  • ¿Hay amigos en Talleres? 
–Muchos. El Agus Díaz, Cosaro, Requena, Nery Leyes. Después, compañeros de mi hermanito a los que siempre iba a ver: el Negrito Álvarez y Carabajal. Esperemos que salgan bien.


  • ¿Estás en contacto con ellos además de seguir las noticias? 
–Con algunos sí. Nos juntamos a comer con la mayoría cuando fui en las últimas vacaciones. También vi a varios en el partido a beneficio en la Boutique. 


  • ¿Qué otras amistades grosas te dio el fútbol? 
–De Huracán, me quedó (Matías) Defederico porque los dos años que yo estuve ahí, era estar todos los días con él. En la Selección me hice muy amigo de (Gonzalo) Higuaín. También con (Ever) Banega hemos estado mucho juntos. Después tengo a (Nicolás) Bertolo y al uruguayo Abel Hernández, que quedaron en Italia y nos juntamos a veces.



  • ¿Y en París? 
–(Salvatore) Sirigu que ya estaba en el Palermo y comemos siempre afuera. Y Diego Lugano (el defensor uruguayo), que es una persona bárbara que conocí hace seis meses.


  • Y lo primero es la familia 
Papá Juan Carlos, mamá Patricia y los hermanos Lorena, Ariel y Juan Manuel, compusieron siempre el círculo más íntimo de Javier Pastore.

A ellos se les sumaron luego los sobrinos Bruno, Franco y Tiago, que son su debilidad.

Hace dos años se agregó Chiara, la novia del Flaco que desde Palermo lo sigue a todos lados y ahora vive con él en París.

Pero no son los únicos. También hay un montón de tíos, de primos y de amigos que son inseparables y siempre están acompañándolo.

Así son los Pastore. Se mueven en clan. Nunca habrá uno solo. Donde va uno, van todos. Con el triunfo de uno, triunfan todos.

Por Maximiliano Peñeñory :http://www.diaadia.com.ar

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