El enganche brilló en la práctica de fútbol de los suplentes: convirtió y jugó a “tocar”, como pidió Batista. ¿Alternativa? “Trato de convencer al DT”, contó.
Si la enredadera de la presión de Bolivia resultó un acertijo imposible para la Selección, ahí anda el Checho con su vozarrón bajo los últimos rayos de sol de la tarde sabatina, refrescando el concepto madre en la práctica de fútbol en la que los que no estuvieron ante los del Altiplano, o los que lo hicieron menos de 45 minutos, jugaron ante los sparrings, mientras los titulares hacían regenerativo. “Bien, bien, hay que tocar”, pedía el técnico, mientras observaba que su pupilo más obediente, el que mejor lo interpretaba, era el hombre que puede ser la clave si la circunstancia Bolivia se repite: Javier Pastore.
El volante del Palermo, cuello celeste para evitar una garganta rasposa a lo Batista, volante izquierdo con tendencia a cerrarse como enganche (y hasta a ir a buscar la pelota a la puerta de su área) fue el conductor del equipo, que tuvo una primera media hora avasallante ante los purretes, marcándoles cinco goles (en la segunda mitad no hubo conquistas). Hizo el 1-0 con un remate de aire, puso un pelotón para Biglia en el 2-0 y también gestó el quinto, que Diego Milito anotó entrando desde la izquierda.
Con paciencia, a un toque, fue moviendo la bola apoyándose en Gago y Biglia, y encontró la aceleración en un Di María en patines pero menos acelerado que en La Plata, zurdo sobre la derecha. Fideo colaboró con dos tantos en slalom para someter a Carrizo, portero de la juventud.
En la segunda etapa del ensayo, Agüero, solución en el debut, entró por Di María en un conjunto ya menos ambicioso. Pastore, por su parte, mantuvo la precisión, ofreciendo la variante, incluso, en el 4-3-3 que ya pinta para fetiche del DT. “Jugaré donde me diga el DT. Puedo cumplir cualquiera de las funciones en las que me probó. No tengo problema”, dijo ayer en conferencia, poniéndole palabras a lo que había expresado minutos antes en el campo de entrenamiento. ¿Habrá querido avisar que, tal vez, ha llegado su hora? “Acá hay grandes jugadores, es mi primer año en la Selección, ya ser convocado significa mucho para mí. Igual trato de convencer al técnico en los entrenamientos para ganarme un lugar. Y, si no juego, apoyo. Quiero sumar, no restar”, dijo. Y vaya si sumó ayer...
Fuente:ole
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