Masticando bronca se había ido el domingo, cuando, a pesar de su gran nivel, erró un penal clave ante el Inter que podía haber sido el 3-1 y liquidado la historia. Al final, el Nerazzurro se lo dio vuelta, el Palermo perdió y Javier Pastore lo sufrió. Igual, la amargura le duró poco. Porque ayer, como casi una costumbre en esta temporada, el Flaco fue otra vez figura y su equipo volvió al triunfo. Fue 2 a 1 ante la Juventus y sigue escalando: ya está sexto en el Calcio, a dos puntos de la Roma, que por ahora ocupa el puesto repechaje para la Champions.
Con la espigada estampa clásica en él, a los 7’ hizo un jugadón que terminó en el primero del Palermo: la agarró en el círculo central, limpió a dos y encaró rumbo al área para cruzarle la bocha y habilitar a Miccoli, que a la carrera la clavó en el arco de Buffón. Un rato después, Migliaccio metió el segundo y Marchisio descontó. Es así, cuando el cordobés juega, su equipo crece. Aunque la relación es mutua. Su llegada al club italiano, en julio de 2009, hizo de Pastore más jugador. Si en su primera temporada había hecho un buen papel con tres goles y nueve asistencias en 34 partidos, ahora su peso se nota mucho en la red: en la 10/11 lleva ocho goles.
Encima, la Juventus le cae bien al ex Huracán. A tal punto de que en septiembre, los tifosi de la Vecchia Signora ¡lo ovacionaron! después de que la rompiera con un gol en el 3-1 del Palermo en Turín. Tan bueno fue lo de Pastore esa vez, que empezaron a compararlo con Zidane. Y eso en su club lo saben. El Flaco tiene los días contados. Aunque, vivo, el presi, Maurizio Zamparini quiere sacar una buena tajada por él: “Solamente lo dejaremos marchar si deciden ofrecer una locura”. Una locura que aparecería cuando termine esta liga.
Fuente : ole
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